Septiembre 10/2024, Teatro Coliseo.

Una noche simplemente notable con una previa futbolística memorablemente cornetera gracias a la Selección Chilena; así podría definir las sensaciones de los asistentes posterior a la presentación de los británicos TESSERACT, quienes se comieron al público con un set excelente y una puesta en escena de antología.

Llegué a eso de las 19:40 hrs al Teatro Coliseo para presenciar la nueva visita de estos iconos del Metal moderno y al toque me encuentro con una considerable cantidad de personas que ya habían ingresado sufriendo por fútbol: Chile, bicampeón de América hace no mucho, se enfrentaba a un coloso de Sudamérica, el temible 'charango mecánico' de Bolivia; y vaya manera de dar la cacha, weón. Uno no espera ya nada de ellos y aún así logran decepcionar con presentaciones cada vez más paupérrimas. 'Ya era la weá, cabros'; mejor entremos que la cosa ya casi comienza en el proscenio del recinto ubicado a pasos de La Moneda.

CRISÁLIDA
A las 20:00 hrs empieza el preludio ambiental a la aparición del conjunto nacional comandado por la talentosa Cinthia.

"Cabo de Hornos" comienza a sonar y la gente reacciona de forma emotiva cuando la frontwoman hace su aparición en la tarima entre vitoreos, seguido de palmas al son de la música. Un tema hermoso y de excelente ejecución musical, aunque el audio partiría con algunos problemas. ¡Qué versatilidad la de esta mujer! Una voz melódica hermosa y unos gritos desgarradores que impresionan, ratifican el talento y calidad de sus cuerdas vocales.

Por otro lado, el desempeño instrumental de sus compañeros es impecable y cargado de emoción, con un manejo preciso de los tiempos y atmósferas que van construyendo en su transitar por el paisaje sonoro.

Tras "La Niña del Volcán" Cinthia y su combo se despiden del respetable que los ovaciona e incluso varios piden más, cosa que no ocurre. Gran desempeño de CRISÁLIDA sobre las tablas, pero hubo cierto desbalance por parte del sonidista de turno al percibirse varias veces muy baja la hermosa voz de su líder. ¡Ojito que ya casi sale su nuevo álbum!

TESSERACT
El reloj marca las 21:00 hrs y suena una música que va introduciéndonos a la densa y cambiante atmósfera del conjunto inglés.

"Natural Disaster" es la encargada de abrir la velada, la que es recibida con euforia por los asistentes, dónde muchos de ellos cabeceaban o empezaban a armar los primeros mosh de la noche. Una ejecución impecable y un juego de luces sencillo, pero muy efectivo marcaron el ambiente sobre el que el quinteto se desenvolvió a plenitud. "Echoes" empieza sonar y la fanaticada responde saltando enérgicamente en todo el Coliseo; y ya cuando inician los pegadizos riffs de "Of Mind - Nocturne" todos se ponen a cantar al son de la rola, y en el coro gritando a todo pulmón '¡Wake me up!'

Hermoso ver cómo sus fans apañan a la agrupación, la cual a su vez se entregaba con una calidad superlativa frente a sus calcetineras. Está demás decir que ya con tres temas los tenían a todos comiendo de la mano y haciendo piruetas al ritmo del djent, mientras gritan '¡Te-sser-act!' reiteradamente. Los momentos de calma y relativo silencio en "Tourniquet" son sagradamente respetados por los presentes, que se dejan llevar bajo este mar de sentimientos que evoca el entramado sonoro desplegado frente a nosotros.

A lo largo de toda la presentación la banda da la impresión de llevarnos en un viaje interestelar a través su universo personal, atravesado distintos estados de la mente y la materia con una ruda sutileza que juega con los contrastes y las armonías de este viaje íntimo. No deja de sorprenderme la voz de Daniel Tompkins, que tiene una capacidad melódica que te eriza los pelos para luego reventar con gritos estridentes o limpios tonos que resuenan en la totalidad del recinto; en efecto, es arte.

La densidad de esta atmósfera se percibe cambiante, pasando de la ingravidez al sofocamiento aplastante de sus impecables riffs bajo el asedio contante de la batería. Esto no es un grupo cualquiera: es una máquina compleja que se crea y destruye constantemente de forma autopoiética, muriendo en cada instante y renaciendo al momento para continuar esta profunda travesía de generarse a sí mismo. Fiel reflejo de aquello es "War of Being", un corte intrínsecamente existencial desde la superficie hasta la médula, con un devenir catártico e impredecible el cual se cuestiona a sí mismo en los diversos pasajes de la composición de más de 11 minutos; es una suerte de búsqueda de darle un sentido, un propósito al ser, al existir en este laberinto al que denominamos vida. Y es que, en el fondo 'somos lo que hacemos con lo que hicieron de nosotros', o al menos eso dijo un filósofo que ahora no recuerdo quien era.

Y bueno, después de toda esa epifanía vendría otro de los puntos altos de la velada con "Juno", canción que desató las pasiones de la afición poniéndolos a saltar a lo maldito al ritmo de la guitarra; cuál manga de conejos esquizoides, cada vez que subía un poco la distorsión de la guitarra, se volvían todos locos, dejando atrás los cánticos que acompañaron está canción siempre que se pudo.

Tras en breve encore, los británicos volverían al proscenio cerrando la jornada con dos clásicos de antaño que fueron recibidos con un mosh de proporciones: "Concealing Fate, Part 2: Deception" seguida de "Concealing Fate, Part 1: Acceptance", dejándose unos buenos azotes para el final del round. La ovación fue total, viviéndose con intensidad segundo a segundo y ello fue reflejado en la cálida despedida brindada por los fanáticos locales.

Que se vaya a la chucha la Selección, no pienso amargarme más por weones pencas. Hoy fue el día de TESSERACT y se disfrutó y se vivió a concho, como la ocasión lo ameritaba: una entrega total por parte de la banda que fue correspondida de todo corazón por sus feligreses de la cienciología espacial. ¡Pedazo de show!

Por Hernán González U.
Fotos por Francisco Aguilar.