Agosto 15/2024, Sala Metrónomo.

¿BATUSHKA o БАТЮШКА?, he ahí el dilema. Es imposible, para mí, esquivar ciertas nociones casi existenciales con este tema. Spotify hace la separación, y para este humilde conglomerado económico/musical, БАТЮШКА está al mando de Drabikowski (a quien la corte polaca recientemente le concedió los derechos de ambos nombres), mientras que BATUSHKA es liderado por -según fue denominado por este glorioso sitio- el 'guatón' Krysiuk.

Esta última versión del grupo europeo se presentó el pasado jueves en Sala Metrónomo y ya les puedo adelantar, que pese a los resquemores de algunos, dejó muy buen sabor de boca.

UNSILENT
La jornada cumplió como nunca el cronograma establecido, y ya a las 20:00 hrs los nacionales UNSILENT se lució con un Black Metal muy bien trabajado y ejecutado.

Los compatriotas se destacaron en cada uno de sus temas, tanto a nivel individual como grupal. El bajista Johnny A, que muy por al contrario de lo que me esperaba, se escuchó con una claridad y contundencia admirables. Resalto lo anterior pues lo normal dentro del género, tanto en vivo como en estudio, es que no pueda distinguirse el aporte de dicho instrumento con semejante nitidez. Por otro lado, el guitarrista Cristian P nunca se farreó la oportunidad de hacer un buen solo cuando correspondía. El baterista Francisco L, cumplió sin jamás equivocarse en una inspirada interpretación de los cortes. Mientras que Alvaro U, siendo el frontman, vocalista y guitarrista, mostró la calidad de su brutal gutural.

El teloneo fue al hueso, la gente disfrutó, y no fue mucho lo que se esperó para presenciar a la banda principal de la noche.

BATUSHKA
Aquella noche en Santiago, BATUSHKA fue algo único, comenzando por la escenografía, cargada de los elementos característicos en las misas cristianas ortodoxas, desde las velas, inciensos, e imágenes de María y Jesús entre otros. Fue innegable la potencia que proyectó la caracterización mediante la ropa eclesiástica, interpretaciones teatrales de la misa, los guturales, instrumentalización, y los épicos cantos gregorianos. Todo se sumergió, incluyendo a un público emocionado, dentro de una sinergia oscura, metafísica e hipnotizante. Fue impecable, sublime, y sinceramente quedé maravillado por todo lo que vi y escuché.

Krysiuk tiene una voz excelsa, alternando entre canto gregoriano y gutural. El segundo vocalista también posee una voz privilegiada. Mientras que el resto de los artistas también fueron sobresalientes.

canciones como, "Yekteniya I: Ochishcheniye", "Yekteniya III: Premudrost'", "Yekteniya IV: Milost'", del mítico álbum debut Litourgiya (2015), fueron los temas más reconocidos por el público. Pero la fanaticada también mostró muchísima entrega ante el resto de los tracks, pertenecientes al segundo y tercer disco (o primero y segundo, dependiendo de cómo se le quiera ver) a mano de Krysiuk.

Todo el concierto pareció como si se tratase de una grabación directa del estudio al escenario, añadiendo una serie de matices, por lo cual nunca sonó mecánico e inorgánico. Y a pesar de ser un setlist con una duración acotada, no hubo, según lo que noté, una sensación de gusto a poco. Muy por el contrario, escuché muy buenas impresiones al respecto del concierto.

Para finalizar me gustaría recapitular ciertos aspectos y postular ciertas ideas al respecto: Todo el aspecto religioso, referente a la ortodoxia (cristianismo de Europa oriental) de la agrupación, se remonta al Imperio Bizantino. Aquella rama del cristianismo nació como separación del papado en Roma, ya que se reconocían como herederos de los griegos (entre otras diferenciaciones). Curiosamente este imperio terminó por ser 'la última Roma legítima' (sin contar que muchos quisieron arrojarse ese apelativo con posterioridad). Y lo que alguna vez fue Constantinopla, se transformó en la actual Estambul.

Dado lo anterior, con o sin reconocimiento legal, lo correcto sería que Krysiuk, sabiéndose diferente a Drabikowski, sin tener derechos de autor sobre el primer disco de BATUSHKA, le diese una nueva denominación a su propia banda, porque calidad no le falta (repito, el trabajo musical es excelente). Y si fuese necesario pagar para tocar algunas canciones de BATUSHKA, que lo haga (si el vano orgullo no le gana y Drabikowski lo permite). El fin de esta gira sería la oportunidad perfecta, para renacer con un nuevo nombre para su congregación.

Por Joaquín Madariaga B.
Fotos por Fotos Metal. (Galería completa en el siguiente link)