Si bien no soy tan asiduo al Power Metal, de vez en cuando hay alguna banda que llama mi atención dentro de lo amplio que son las posibilidades que entregan los caminos del Metal. Y ese es el caso de ARENAS DEL TIEMPO con su primer LP titulado "Huellas", un trabajo que transmite una historia personal en su impronta con mucho sentimiento y calidad compositiva de por medio, con un resultado armonioso y melódico.

El álbum arranca con una intro que sirve de canapé de degustación a lo que es la instrumentalización de este conjunto, con una participación de teclados bastante interesante y buenas guitarras para hacerle juego. El acto de apertura da paso a "Otra Dimensión", un corte más emocional y bastante tranqui que pasa piola en su parsimonioso transitar; lindo igual, pero relax. Ya con "Sagitario Espacial" la cosa agarra vuelo con un buen contraste de guitarras y teclados y baterías entretenidas que le dan un sazón medio progresivo, el cual se disfruta plenamente con sus cambios de ritmo e intensidad.

Y así transcurren estos casi 49 minutos de recorrido por las emociones y anhelos de Daniel, pieza central de este combo santiaguino, oscilando siempre entre baladas melódicas y manifestaciones de Power Metal con tintes Prog, e incluso folklore puedes encontrar en esta placa. Es un disco como para estar enamorado pensando en la pierna, o esperar un ansiado reencuentro con un ser muy querido; te hace brotar el lado emo con las letras y armonías que ha creado en esta obra.

Dentro de los temas que lo componen, destacaría "Huella en el Tiempo", que conjuga la balada y el progresivo de gran manera, "La Antigua Ruta de los Sueños", con su armonioso coro acompañado de excelentes solos, y "El Perseguidor", el cual es realmente un temazo vibrante dónde todos los elementos brillan de forma magistral; sin duda alguna, mi canción favorita de "Huellas".

Si te gusta el Power, si te gusta el rock en español y no caer tanto en el encasillamiento en un solo tipo de música, te recomiendo altamente ponerle oreja al álbum. Es rico, con muchos elementos que recoge de diversas fuentes sonoras que inspiran el trabajo de Daniel un viaje por su espacio personal, resultando emotivo y entretenido a la vez en la experiencia que nos ofrece el artista. Me tomaría una Ámbar Calafate de Cervecería NyD para acompañar la escucha, dónde la adición de este fruto sureño y el gusto carameloso que le entregan las maltas especiales te dan un balance tirado al dulzor que armonizan muy bien con la música que la banda propone.

Por Hernán González U.