MASTERS OF ROCK, Día I
"El Salón del Testamento Eléctrico"

Abril 23/2025, Movistar Arena.

Qué jornada más épica, magnífica, magnánima, la vivida durante el primer día de MASTERS OF ROCK; pese a conocer la connotada trayectoria de cada una de las bandas incluidas en el cartel del festival, la combinación de nombres en la alineación generó una alta expectación desde los primeros anuncios que pudimos observar de su versión 2025. Las ediciones anteriores ya nos habían dado harto de que hablar por la envergadura de su convocatoria y el reconocido epíteto de leyendas que su plantilla suele ofrecer, y este año, una vez más el acierto fue rotundo.

Desde el paso de PENTAGRAM (Chile) por la tarima hasta las impecables presentaciones de OPETH, los debutantes SAVATAGE y su majestad JUDAS PRIEST fue todo un descollante espectáculo que sin duda alguna quedará atesorado dentro de los más grandes recuerdos de quienes repletaron el Movistar Arena la tarde del miércoles 23 de abril.

PENTAGRAM (Chile)
Puntualmente a las 18:00 hrs. la leyenda del Metal criollo hace aparición sobre el escenario del recinto principal del Parque O'Higgins, quienes tras instalarse en sus posiciones de combate abren la ceremonia del día uno con el clasicazo "Fatal Predictions", ante un margen de público nada despreciable y que iría en sostenido aumento. La respuesta fue cálida para Anton y sus secuaces, los cuales dieron una obertura acorde a la instancia a punta de potentes riffs y las desgarradoras vocalizaciones de nuestro güero compatriota.

PENTAGRAMrong> tuvo un set cortito, pero preciso por el púlpito, bordeando los 25 minutos su periplo y en el cual destacaron los cortes "Demented" y "Possessor" -el último, parte de su gran retorno al estudio del año pasado con "Eternal Life of Madness" (2024)- antes de dar pie a su despedida en grande con "Demoniac Possession", corte varias veces tributado por hordas de todo el orbe. Tras un afectuoso saludo, los nacionales salen de escena al aguaite del próximo acto de esta epopeya musical.

OPETH
A continuación, vendría el show de la banda de mis amores: los suecos OPETH; y los esperaba con ansias, puesto que, desde la última vez que nos visitaron dos años atrás, tuve entre medio un delirio comatoso propiciado por el fentanilo en la que soñé con que el avión donde viajaban mis 'idols' se caía rumbo a Finlandia con consecuencias fatales. Afortunadamente, nada de esto nunca sucedió.

Los 'sobrevivientes' dan el puntapié inicial con "§1" de su más reciente trabajo, el impecable "The Last Will and Testament" (2024), frente a una fanaticada que de entrada ya estaba arriba de la pelota con ver a los maestros del Death progresivo. Y se nota con creces el pedigrí de estos purasangre cuando de maestría se trata: una ejecución impecable que hizo vibrar a toda la audiencia que ya iba repletando el Movistar en la que todos sus elementos brillaron con luz propia en su exquisita amalgama musical de Rock progresivo y Death Metal chacalonero; un sonido con identidad propia que 'Miguelito' y su combo han labrado desde sus orgánicos inicios en los 90's. Termina la primera canción y se larga a conversar mi compadre Mikael como es de costumbre, y caen los primeros vitoreos para los cabros que ya son de la casa: el 'Peluca', 'DiCaprio', 'El Capitán' y el propio 'Miguelito' entran en el juego de un conjunto que ya hace de local por estos lares y se nota el afecto y la complicidad que hay con sus calcetineras de Chile.

"Master's Apprentice" y "The Lepper Affinity", con actuaciones soberbias de todos sus integrantes, más no deja de sorpenderme lo bien que hace su pega Waltteri en la batería, demostrando una precisión y expresividad fuera de serie en su especialidad; un gran aporte y subida de nivel la que entrega don colágeno a la formación actual de la agrupación.
A continuación, llega el turno de "§7", temazo nuevo, y la melancólica "In My Time of Need", que fue coreada en la totalidad del recinto. Ya acercándonos el último tercio de su recorrido, los suecos se mandaron la poderosa "Ghost of Perdition" que resonó con fuerza en todo el lugar y nos deleitó con sus luces y sombras y su memorable final, para luego dar paso en el encore a "Sorceress" y su clásico cierre con "Deliverance".

Las emociones desbordaban el Arena con la efusiva despedida de OPETH en esta pasada, que, aún con hora y media de música, a muchos se nos hizo corto para lo que ya nos han acostumbrado en las siete oportunidades anteriores que le precedieron a la que recién culminaba. Lo hicieron una vez más; cuídense mucho, y por favor tengan ojo si viajan a Finlandia en avión, porfa.

SAVATAGE
Siendo las 21 horas el ambiente ya se sumía en la expectación de los presentes: algunos desbordando de alegría por ver a una banda de culto, mientrass que otros con la curiosidad de quién se acerca a lo desconocido esperando una sensación de 'grata sorpresa' que no me cabe duda de que abundó entre los asistentes.

Con el comienzo de la intro y el ingreso de los artistas al proscenio se deja sentir ese afecto antes de que "Welcome" de inicio a la ópera Metal que inundó el Arena con su gran elocuencia y teatralidad, siguiendo la tónica con "Jesus Saves" y sus melodiosos riffs para luego ceder a la tensión dramática con "The Wake of the Magellan". ¡Cuánta belleza y emoción en los solos de guitarra que manejan estos compas! Y mención aparte para el excelente juego de sus tecladistas a la hora de crear progresiones melódicas.

En medio de su actuación los músicos rinden homenaje a Jon Oliva, miembro fundador del conjunto que por motivos de salud no pudo participar de la gira, recibiendo el apoyo del público con cálido respeto ante tal figura. Y es que SAVATAGE es un ícono de su tiempo, pero con un perfil mucho más discreto en la actualidad dada por múltiples períodos de inactividad y algunos experimentos sonoros que no siempre conectaron con sus fans en ese entonces. Pero estamos hablando de una fuente de inspiración de muchos artistas; es muy probable que tu músico favorito sea fan del legado que han construido los hermanos Oliva et Al. en una travesía que ya casi llega a las 50 primaveras con su combinación de Heavy, Power y Prog perfectamente balanceada y respaldada en su creativo desplante técnico.

Fue hermoso ver la genuina emoción que los espectadores manifestaron al iniciar "Handful of Rain", que llenó de goce el lugar, mientras muchos cabeceábamos y le seguíamos la onda a Zacchary Stevens, el carismático vocalista que asumió exitosamente el rol de director de orquesta: el compa hizo aplaudir y cantar a todos, incluso a quienes recién los venían conociendo supo sacarles ruedo y lograr que se involucraran en aquella histórica noche de día miércoles.

"Gutter Ballet" y "Edge of Thorns" lograron hacer valer y respetar su título de clásicos e hicieron vibrar a toda la gente que repletaba casi en su totalidad la localidad. La belleza de sus composiciones pudo crecer y alimentar el alma de un público que ya gozaba entregado al deleite de sus cambios de ritmo y juegos de cuerdas tan bien hilvanados, cuyo sentimiento se desbordaría con tutti con la dupla final compuesta por "Sirens" y "Hall of the Mountain King", que puso broche de oro al debut en tierras nacionales de los oriundos de Tampa. La emoción se dejó caer sin tapujos sobre el grupo que saludaba conmovido frente a la experiencia vivida, la cual esperamos siembre las semillas de un posible regreso en el futuro.

JUDAS PRIEST
Y así con el corazón llenito y la paila roja de tanto wattaje llegamos al plato 'juerte' de la noche, la hora de la leyenda de leyendas, el rey de reyes, los putos dioses del Heavy Metal: JUDAS PRIEST. Y aquí me fui de raja porque ver a Halford y compañía venía siendo una de mis deudas más grandes como metalero: y es que nunca los había visto en vivo. ¿Habré sido weón? me pregunto yo ahora, porque después de es anoche siento que ver a Judas en vivo es un imprescindible; si los musulmanes tienen que ir al menos una vez en la vida a peregrinar a La Meca, todo metalero que se precie de serlo debe al menos una vez en la vida vivir esta experimental experiencia en carne propia.

Con intro incluida arranca el viaje a través de toda su historia con "Panic Attack", canción que abre su más reciente trabajo, el sólido "Invencible Shield" (2024); ya con la pura comenzada quedé para la cagá al escuchar el PEDAZO de vozarrón que se gasta su excelencia, don Rob Halford, a la hora de vocalizar. Uno muchas veces no dimensiona la fuerza que el pelao' tiene ni cómo puede sacarse diversos estilos y sonoridades a su trajinado juego de cuerdas, con un desempeño envidiable para su edad e incuestionable en su calidad.

El arsenal de clásicos comienza a dejarse caer uno tras otro con una respuesta de devoción absoluta de la fanaticada ante la eléctrica estridencia de los británicos en el proscenio: "Rapid Fire", "Breaking the Law", "Love Bites" o "Saints in Hell" son solo algunos de los nombres dentro de un setlist que no tuvo puntos bajos y mantuvo la devoción siempre en lo alto. Es increíble ver a estos experimentados artistas brillar y que lo hagan parecer algo tan rutinario y sencillo en sus manos: Scott Travis en las percusiones es increíble y no titubea en ningún momento, mientras que Glen Tipton se luce en las seis cuerdas con la compañía de Ian Hill en el bajo. Algo piola nomás: una sociedad que ya supera las cinco décadas de relación.

Tener la fortuna de escuchar "Sinner", "Victim of Changes" o "Painkiller" en vivo es algo que no olvidaré en años, cuya fuerza me hacía temblar las piernas y me emocionaba profundamente al ver a los veteranos tan vigentes y tenaces cual joven veinteañero, sin mostrar una desaceleración de sus clásicos o dificultades que pudieran ir apareciendo lastimosamente con el inexorable paso del tiempo. Pero aquí este no es el caso: Rob y compañía muestran energía suficiente para seguir en el ruedo un tiempo más y así también lo manifestaron al aseverar que Judas siempre volverá; una certeza tan rotunda como el apoyo que seguirán manifestando sus feligreses por los siglos de los siglos, amén.

Luego de un breve descanso vendría el triunvirato definitivo de la ceremonia con "Electric Eye", "Hell Bent for Leather" -donde Halford hizo su clásica aparición en moto- y "Living After Midnight", dejando a sus fans más que satisfechos por el favor concedido y la magia vivida en aquella metálica velada.

Qué te puedo decir. No estaba preparado para tanto; más bien, no estaba consciente de lo mucho que necesitaba este show en mi vida. Dos primeras veces y un reencuentro con un viejo amor en una sola pasada es un evento digno de remembranza y antología. Sin lugar a duda el primer día de la versión 2025 del MASTERS OF ROCK cumplió con creces con lo que la épica y la historia exigían. Espléndido Magnífico Maravilloso.

Por Hernán González U.
Fotos Miguel Fuentes O.

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