LEFT TO DIE
El sangriento grito del leproso

Enero 18/2025, Teatro Cariola.

Simplemente un lujazo. Lo presenciado la noche del sábado 18 de enero en el Teatro Cariola no puede definirse de otra forma sino como una cita con la historia que nos transporta a un periodo en donde se define el Death Metal como tal. Y es que DEATH es de forma indudable uno de los pilares del género desde sus inicios, además marcando una senda evolutiva formidable a lo largo de su hermosa carrera. Sin embargo, muchas veces queda en segundo plano el impacto que tuvieron los primeros trabajos de Chuck y su combo, convirtiéndose en un referente fundamental que inspiró a muchos y sigue haciéndolo con una propuesta descarnada, oscura y agresiva.

Y es en este punto que Rick Rozz y Terry Butler deciden hacer un homenaje a los álbumes "Scream Bloody Gore" (1987) y "Leprosy" (1988) con LEFT TO DIE, manteniendo vivo el legado de 'Evil Chuck', permitiendo que se desarrollara una jornada de euforia que reunió a vieja escuela y nuevos seguidores por igual, ratificando la transversalidad y atemporalidad de la música que nos dejó el maestro.

COFFINBIRTH
Los encargados de abrir los fuegos serían los locales COFFINBIRTH, quienes ofrecieron un sonido más brutal Death Metal frente a una audiencia escueta que presenció su show.

Con un audio a ratos saturado, el conjunto llevó a cabo una intensa puesta en escena, pero sin embargo algo plana y simple, que levantó poco entusiasmo entre quienes los observaban. Tras cerca de 30 minutos se retiran dando paso al siguiente acto de una histórica jornada.

DARKSPELL
El siguiente grupo en aparecer en escena fue DARKSPELL, los cuales entregaron una sólida presentación en la cual no faltó la energía e incluso aparecieron los primeros mosh al ritmo del Death/Thrash.

Harto tucatuca, solos vertiginosos, cambios melódicos y una trabajada impronta dejaron una buena impresión al público que lentamente iba ocupando los espacios al interior del Cariola. Destaco además la conexión de los cabros con la gente, que se hizo sentir de forma constante y mostraron alto entusiasmo ante el set de los santiaguinos, que se retiraron del proscenio bajo aplausos.

EXECRATOR
La ceremonia seguía su curso y llegaba el turno de un ícono del Death nacional: EXECRATOR. Con más de 30 años de historia a cuestas y habiendo corrido harta agua bajo el puente, la banda supo echarse al bolsillo al público desde el primer instante, garantizando el mosh al o largo de su periplo y con reiteradas muestras de afecto entre cada canción.

El connotado músico chileno Álvaro Lillo hacía gala de su presencia aleonando a la fanaticada y comandar esta legión oscura que ya echaba humo por los aires ante la entrega de los músicos, sirviendo como preámbulo perfecto para lo que se vendría después. En poco más de 40 minutos nos entregaron hartos clásicos para los más tatas y también adelantos de nuevo material que están preparando los compas, que esperemos vea la luz dentro del año.

Álvaro y compañía se despiden de sus seguidores que les responden con aplausos y gritos, dejando la mesa puesta para que venga el plato de fondo.

LEFT TO DIE

Y así es que llega la hora de la verdad, la hora del reencuentro con la muerte. A eso de las 22:10 hrs aparecen en la tarima los legendarios exmiembros de DEATH junto con Matt Harvey -guitarra y voz- y Gus Ríos en batería para dar paso a la masacre de la mano de "Leprosy". Describir la euforia, la locura colectiva que se desató en la pista es difícil de dimensionar; y es que estas antiguas manifestaciones fueron largamente anheladas por miles de metaleros chilenos. Para fortuna nuestra es que existe LEFT TO DIE -y DEATH TO ALL, por cierto- y mantiene vivo el imborrable legado de un ícono que es patrimonio del Metal mundial. Increíble pensarlo y procesar toda la weá mientras queda la cagá en todo el teatro; con "Born Dead" la cosa seguiría por la misma senda: caos y vorágine en una catarsis que atravesaba el recinto

Después vendría "Infernal Death" y a todo lo anterior se le sumaron bengalas que hicieron más épico aún el show: ¡una locura! La ejecución impecable por parte del cuarteto, aunque sí hubo saturación del sonido a ratos y costó su resto que se estabilizara la cosa. Pero 'pico', no importaba mucho en ese punto: la entrega y la devoción lo era todo en el culto a la muerte y a la viva y obra de 'San Schuldiner'.

El setlist recorrió las dos placas de manera consistente y se mandaron entero el segundo LP, lo cual agradecí a cagar. A mi parecer, los puntos más altos fueron "Open Casket", "Primitive Ways" y "Left to Die" en lo que sería el transcurso del setlist. Al menos hasta que llegó la hora de los remates: Aquí golpeó duro "Zombie Ritual" y -cómo no- "Pull the Plug", ante una fanaticada que ya estaba pidiendo agüita entre tanta vorágine, más nunca se rindió frente al pulso maldito de Rozz, Butler y sus colágenos compañeros.

La épica noche sería cerrada con broche de oro al son de "Evil Dead", lo cual coronó una ceremonia majestuosa de elevación de los viejos ídolos y dioses de la podredumbre enterrados en el tiempo. Fue tanta la emoción y la alegría del momento vivido, que incluso al final los metaleros se vacilaron "Last Train to London" de ELECTRIC LIGHT ORCHESTRA que sonaba por los parlantes.

Qué gran momento para disfrutar del Metal y vivirlo a concho hemos tenido el privilegio de observar; hay cultos que no deben morir nunca, y es responsabilidad compartida de banda y público el mantener vivas las viejas enseñanzas del maestro. Esperemos que la sana costumbre de desenterrar a los muertos siga perdurando en el tiempo con tanta gloria como lo ha hecho LEFT TO DIE. ¡Que se repita!

Por María José Cáceres.
Fotos por Fotos Metal. (Galería completa en el siguiente link)

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