Diciembre 11/2022, Estadio Monumental.

Le guste o no las bandas que tocarían, KNOTFEST es, por lejos, el festival de Metal más esperado del año. Habiendo ya sido reprogramado por la pandemia, e incorporado en su parrilla bandas de peso que muchos esperábamos ver hace años, prometía convertirse en una jornada memorable.

A pesar de que la masividad de la asistencia se sabía numerosa, la información respecto a ingresos, consumo y otras cosas, era bastante difuso; habiendo varios puntos poco claros como la posibilidad de ingresar recipientes vacíos para el consumo de agua (pero no botellas) o la solicitud inicial de un certificado médico para ingresar 'alimentos especiales', y que luego fue posteriormente revocado.

La fecha se aproximaba y se pronosticaban 36 grados de calor bajo la sombra, en donde hubo distintas alertas preventivas para que la producción tomara cartas en el asunto y organizara de buena manera los distintos aspectos vitales para la atención y cuidado de los asistentes, sobre todo para quienes estaríamos en Cancha a pleno sol. Como notero uno trata de ser imparcial y graficar realmente todo lo vivido en el evento que estamos trabajando: a veces de retratar lo maravilloso de lo vivido y en otras oportunidades -como esta- lo malo.

A las 12:30 hrs hago ingreso al Estadio Monumental esperando ver/escuchar RAMA, esto de acuerdo con la programación informada. Para mi sorpresa -y la de todos los presentes-, los nacionales no salieron a escena a pesar de ser anunciados en los pilares de los costados. Por otro lado, a las 12:50 aproximadamente, cuándo correspondía la performance de WEICHAFE, hace su salida VENDED, siendo el panorama totalmente confuso e inentendible. A pesar de los rostros de extrañeza de todos/as, no es presentada ningún tipo de explicación por parte de la producción.

El sonido de VENDED se percibe 'reventado' y los parlantes hacia el sector cordillera literalmente apagados, pésimo indicador para que sería el resto del día. A ratos no se entendía absolutamente nada de lo que estaba pasando arriba del escenario. En resumen, una falta de respeto total tanto a las bandas nacionales que se los 'pasaron por donde quisieron', así como también a los que esperábamos ver a dichas agrupaciones.

Al ser el turno de los nacionales TENEMOS EXPLOSIVOS el sonido mejoró un poco, notándose -sin embargo- una fuerte molestia en los músicos debido a asuntos técnicos que una vez más la productora no supo manejar. Sin ser estos nacionales una banda de nuestra línea editorial, los menciono porque ya los he visto en diversas oportunidades, todas ellas sonando siempre impecables; cosa que no se apreciaba aquí, esto fue un claro aviso de: "emm... esto se viene raro". Las banderas rojas ya eran evidentes.

Al ser el turno de SEPULTURA, increíblemente el sonido mejora de forma notoria, siendo totalmente legible cada arreglo del show y que terminó armándose un buen mosh al tocar la grandiosa "Propaganda".

Sin ser un fan de MR. BUNGLE, debo decir que fue una de las mejores presentaciones de la jornada. Dentro del setlist destacaron dos momentos notables, como el ingreso al escenario de Derrick Green SEPULTURA para cantar "Territory" y la interpretación de "Gracias a la Vida" de Violeta Parra. Punto aparte el homenaje a 'Chupete' Suazo por parte de Mike Patton.

Como era ya sabido, a lo largo del paso de las horas el calor iba cada vez en aumento alcanzando sus prometidos 36 grados, y la deshidratación también, pero no así las mejoras de sonido entre las bandas en escena.

Fueron muy notorias las dificultades sonoras entre una banda y otra, destacando particularmente las presentadas por PANTERA al iniciar su show, donde en las primeras dos canciones se hacía incluso difícil diferenciar la identidad de las canciones. Sin contar además de la no aparición de Rex Brown en el escenario, siendo reemplazo por el ex-CATTLE DECAPITATION, Derek Engemann.

Aunque en este plano derechamente lo que presenciábamos era literalmente un tributo a PANTERA, escuchar himnos del recuerdo -que ponen los ojos de cristal- como lo son "I'm Broken" o "5 Minutes Alone" fue algo realmente excelso que dejaba en segundo plano las dificultades técnicas y la tremenda omisión de los encargados al no informar NADA respecto a lo que pasó con Brown.

Y si de dificultades técnicas se trata, al salir a buscar agua con mi botellita vacía me encuentro con la desagradable sorpresa de que no habría una sola gota del líquido vital en el sector de cancha a pesar de ser prometidos 4 puntos de hidratación.

Aquí me quiero detener un momento para plantear algo preocupante: Quienes vamos a conciertos muchas veces normalizamos y hasta romantizamos el haber vivido una jornada sacrificada; sin embargo, los límites de 'lo correcto' debería ser la seguridad e integridad física y psicológica del publico. En esta oportunidad quedaron totalmente de lado, formándose colas de más de una hora para obtener un poco de agua potable y que desencadenó peleas con guardias en los accesos debido a la desesperación. Un sector de cancha totalmente deshidratado con personas desmayadas por este mismo panorama; una escasa cantidad de seguridad que habría dado pie a avalanchas en todos los puntos y el ingreso de elementos cortopunzantes. Es más, me encontré a un banger con la cabeza totalmente ensangrentada por un botellazo. La pregunta es ¿de dónde salió una botella de vidrio, si supuestamente no se habría podido ingresar estas, y los líquidos serían vendidos en vasos plásticos? La desesperación por un poco de líquido habría generado también la ruptura de una de las llaves de agua en una de las salidas, bebiendo un gran número de metaleros literalmente agua desde el suelo.

No es mi idea dar una charla de ética de eventos -de lo que puede o no hacerse-, pero el descontento con el evento entre los asistentes es bastante numeroso. Usted lo puede corroborar en una pequeña vuelta por las redes sociales, no le tomará mucho tiempo. Cabe la coincidencia que el día anterior a KNOTFEST vi el documental WOODSTOCK 99. Qué paradoja, ¿no?

Avanzando con lo que nos convoca, era el turno honorable de los dioses del Heavy Metal, JUDAS PRIEST, quienes -como es de costumbre- dieron un show totalmente sublime abriendo fuegos con "Electric Eye". Y aunque se ve inicialmente a Rob Halford caminando con bastón con una aparente sensación de cansancio, esta no tarda en desaparecer y vemos al 'pelao' moviéndose de lado a lado e interactuando durante todo el concierto tanto con el público como con sus propios músicos. Se encargó de entregarle a sus colegas momentos de protagonismo donde se percibiría la cohesión de banda, siendo Halford el maestro de ceremonia, pero no el dueño de la orquesta. Así mismo se sintió previo al inicio de temas como "Devil's Child" o "Painkiller".

Previo a la finalización del show de JUDAS, se escucha fuerte el sonido de un motor que hace retumbar el recinto; era el mismísimo Halford arriba de su Harley Davidson que regresaba a la tarima para cantar las últimas tres canciones: "Hell Bent for Leather", "Breaking the Law" y "Living After Midnight". Tras este triple ataque de clásicos, JUDAS PRIEST deja el escenario para dar pie a SLIPKNOT, dueños de casa, y encargados de cerrar la maratónica jornada.

KNOTFEST fue una jornada intensa, cargada de sentimientos encontrados, donde a ratos el descontento escaló a niveles que podrían haberse salido de control. Pero por otro lado con un cartel que no dejaba a nadie sin abrir la boca. Resulta tremendamente importante para la productora a cargo considerar para futuras instancias los garrafales errores cometidos, los que podrían haber desencadenado en algo similar a lo vivido en el concierto de DOOM en el 2015. Muy mal ahí.

Por Vicente Miranda H.